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Diseñan protocolo para identificar al adulto mayor saludable

Pocas enfermedades, activo físicamente, con buena funcionalidad y gran interacción con su entorno son algunos de los aspectos que caracterizan a una vejez sana.  

Cristián M. González S. 

Chile está envejeciendo y la población adulta mayor crece a pasos agigantados: actualmente, este grupo representa a casi el 12% de la población total. Se estima que para el año 2035, los chilenos de la tercera edad sobrepasarán los ocho millones de personas, es decir, serán alrededor de la mitad de los habitantes del país.

Lo anterior genera importantes desafíos en términos de salud pública, advierte el doctor Pedro Paulo Marín, jefe del Programa de Geriatría y Gerontología de la Universidad Católica. No sólo en términos de afrontar una mayor carga de enfermedades, sino también, de promover estilos de vida que favorezcan un envejecimiento saludable.

Más aún considerando que la expectativa de vida también está aumentando (hoy es de 81,5 para las mujeres y 75,5 para los hombres), y que según los datos del Estudio Nacional de la Dependencia en las Personas Mayores, casi un cuarto de la población mayor de 60 años tiene algún tipo de limitación o incapacidad que lo obliga a ser dependiente.

"Son más años los que debemos de tratar de vivir en las mejores condiciones", dice Marín.

El especialista junto a un grupo de expertos de la U. Católica se abocaron a la tarea de caracterizar el perfil del adulto mayor saludable, con el propósito de optimizar el diagnóstico clínico de los pacientes. El estudio fue publicado en la Revista Médica de Chile.

"Cuando se hacen exámenes o análisis, se utilizan rangos basados en personas de menos de 60 años, y eso deja en desventaja a los adultos mayores. Lo que hicimos fue definir los valores que pueden considerarse normales en mayores de 60 años".

Para esto reclutaron a un centenar de adultos, de 60 a 98 años, que cumplían con una serie de requisitos que los catalogaban como "saludables". "Se seleccionó a personas sin comorbilidades (que padecen más de una enfermedad), funcionalmente activas, autovalentes y sin conductas de riesgo", explica la doctora Marcela Carrasco, otra de las investigadores del estudio.

Durante casi un año, los participantes fueron sometidos a exámenes de sangre, pruebas de movimiento y de capacidad cognitiva, para establecer los criterios clínicos que definen a un adulto mayor saludable.

"Lo más importante en términos pronósticos es la capacidad para realizar actividades de la vida diaria; si la persona es capaz de ser autovalente, caminar, salir solo, manejar su dinero, salir a comprar, etcétera, todo eso indica que es más saludable", dice Carrasco.

Bajo ese criterio, si alguien tiene hipertensión, pero está controlada, es una persona saludable.

Los resultados permiten conocer una suerte de perfil del chileno mayor saludable: la edad promedio es de 71,1 años, el 54,6% realiza ejercicio regular al menos dos veces a la semana; el 55,4% nunca ha fumado en tanto que sólo el 9,6% lo hace activamente (pero menos de tres cigarrillos al día); el 78,3% no consume alcohol o lo hace en forma ocasional.

La enfermedad más frecuente es la osteoartritis (el 19,3% la padece), seguida de la depresión (6%). El 8% tenía antecedentes de fractura de cadera o muñeca previos.

El 78,3% no consumía ningún tipo de medicamento, mientras que el 18,1% tomaba sólo uno al día.

El 34,9% tiene un Índice de Masa Corporal (IMC, relación entre el peso dividido por la altura al cuadrado) en rango normal, el 55,4% tiene sobrepeso y el 9,6% es obeso.

Según los autores, estos datos apoyan el cuestionamiento respecto a si los criterios actuales de IMC de población adulta son aplicables a personas mayores o existe el riesgo de estar sobrediagnosticando sobrepeso y obesidad en ancianos.

Un sesgo que el doctor Marín reconoce en la muestra es el alto nivel educacional de los encuestados (13,2 años de estudio en promedio), superior al de la media chilena para la edad. Esto pudo incidir en los buenos resultados en las pruebas cognitivas y funcionales.

El protocolo creado por los investigadores, según Marín, puede servir para pesquisar a otros adultos saludables y mejorar el conocimiento de los cambios fisiológicos asociados a la edad.

     
 Longevidad      
     

81,5 años es la esperanza de vida para las mujeres chilenas en la actualidad; para los hombres alcanza los 75,5 años.

Publicado el 29/11/2010

Fuente: El Mercurio